Las palabras lo arreglan todo
El gobierno de Pedro Sánchez ha conseguido resolver de una forma increíble e imprevisible el problema catalán que se había estado agravando durante el mandato de M.Rajoy por la acostumbrada inacción de nuestro ínclito presidente anterior.
Constatada la incompetencia de los políticos profesionales
para calmar la situación, alguien del gabinete técnico de la Presidencia tuvo
la original idea de proponer la constitución de una comisión de lingüistas y
semióticos para intentar salir del callejón sin salida en que se encontraba el
conflicto catalán, visto que esta confrontación era sobre todo lingüística y de
signos.
Con la ayuda de un astrónomo, este grupo de expertos en
lenguaje ha introducido unas modificaciones en el estatuto de autonomía de
Cataluña que han satisfecho a los independentistas catalanes.
Los principales cambios introducidos han sido:
-Cataluña no es una república independiente, sino un planeta
con su propia órbita alrededor del Sol y dos satélites: Illes Balears y País Valencià.
-Cataluña tiene la capacidad de decidir la composición de su
atmósfera pudiendo aumentar la proporción de gas nacionalista.
-Cataluña podrá establecer libremente sus periodos de
rotación y traslación. Es decir, la duración del día y del año.
-Cataluña se guarda la potestad de determinar cuál es el
valor de g, la aceleración de la gravedad.
-Cataluña es soberana para cambiar de sistema solar si así
lo decide la mayoría de su pueblo en referéndum.
-Cataluña se reserva la posibilidad de constituir un cúmulo
globular, independiente en la galaxia, con otros sistemas planetarios
descontentos con sus opresoras, imperialistas y gravitatorias estrellas.
El sector independentista ha recibido con júbilo estas
concesiones del estado español. No obstante, entre ellos han surgido ya divisiones
entre los que opinan que el valor de g debería ser menor de 9´8 m/ s2 para que
la vida de los catalanes sea más ligera y llevadera y aquellos que opinan que debiera
ser de al menos 10 m/s2 para que estén más aferrados a su tierra y aumente su
sentimiento nacionalista.
Los partidos de la derecha han puesto el grito en el espacio
y así Pablo Casado del PP ha manifestado que Pedro Sánchez es un traidor
planetario y que además de volver a implantar el artículo 155, debería aumentar
por decreto el valor de la gravedad de La Tierra de modo inmediato para impedir
la separación de Cataluña.