La reciente publicación del libro "La vuelta al mundo en ochenta casinos" del conocido matemático, pedagogo y, ante todo, ludópata español Alex Hatorio ha traído a la actualidad la relación entre las matemáticas y los juegos de azar.
En una conferencia titulada "Pisa, las matemáticas y los juegos de azar", que tuvo lugar en la universidad de Granada, el experto disertó sobre la relación entre los conocimientos matemáticos y la afición a los juegos de azar en distintos países del mundo.
En su exposición mostró una gráfica con los últimos resultados del llamado Pisa de adultos (Programa para la evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), que cada tres años realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Singapur, Macao (China), Japón y Taiwán ocupaban los primeros lugares.
Tanto en el PISA colegial como en el adulto los ciudadanos de la pequeña ciudad-estado asiática obtuvieron los mejores resultados en matemáticas con diferencia.
Continuó relatando la historia del juego en Singapur y desvelando hechos sorprendentes:
-El juego en la ciudad-estado estuvo prohibido hasta 1968. En ese año se constituyó Singapore Pools, una sociedad estatal, para combatir el juego ilegal en Singapur. Ofreció a los singapurenses una vía legal para apostar en loterías y otros juegos de azar, contrarrestando así la proliferación de sindicatos de apuestas ilegales.
Lo que muy pocos conocían es que a partir de ese momento fue obligatorio poner en los boletos de lotería las probabilidades de llevarse los premios mayores. Y no solo eso: residentes y turistas occidentales relatan algunos comportamientos sorprendentes:
-En ocasiones algunos vendedores de lotería preguntan al comprador las probabilidades de conseguir el primer premio. Si no obtienen la respuesta correcta, no le venden el boleto.
-En la ruleta de un casino, un inspector camuflado de crupier, le preguntó de improviso a un desprevenido jugador que iba a apostar al 7 rojo: ¿qué probabilidad de ganar tiene Vd? El sorprendido jugador enmudeció y no efectuó la apuesta.
-En un bingo, otro inspector de incógnito, que cantaba los números, pidió a un cliente, que jugaba con varios cartones, que le dijera los divisores del número 36, que acababa de salir. Para su sorpresa, el cliente, jugador habitual, recitó los nueve números en menos de cinco segundos. Previamente en otra mesa un jugador había sido expulsado de la sala por no saber si el 79, el último número salido del bombo, era número primo.
-A unos ciudadanos chinos que jugaban a los dados en un club de su comunidad, se les interrumpió el juego hasta que no respondieron bien la pregunta de cuál era la probabilidad de sacar dos cincos en una tirada.
Detrás de todas esas intervenciones se encuentra el I-Game, el cuerpo de inspectores creado a raíz de la legalización del juego. Dicho cuerpo es el responsable del alto nivel matemático adquirido por los ciudadanos y los ludópatas de Singapur, expertísimos en el campo de probabilidades. Tanto es así que los casinos de los países vecinos, como los de Macao (China) están empezando a prohibirles la entrada en sus instalaciones.
El núcleo duro de la plantilla del I-Game está formado por fanáticos ex-jugadores de juegos de azar. Son conocidos por sus intervenciones temerarias, pues han llegado a jugarse la vida en multitud de ocasiones al interrumpir a los jugadores de las máquinas tragaperras de los casinos preguntándoles cuál era la probabilidad de obtener todos los limones del mismo color.
Se rumorea que han constituido una secta llamada Gamaths (Game for maths) con ramificaciones por varios países asiáticos y occidentales.
El primer indicio de la presencia de la secta en España tuvo lugar el pasado fin de semana cuando, en el comienzo del partido de fútbol Real Madrid- Barcelona, el árbitro lanzó la moneda al aire y, antes de que cayera al suelo, la atrapó y preguntó al jugador que había dicho "cara" qué probabilidad de ganar tendría si antes hubiera salido cara tres veces. Como no supo responder, aplazó el partido hasta que el pasmado jugador dio por fin la respuesta correcta, totalmente indiferente a la estupefacción y los silbidos de protesta del público que no comprendía por qué no se ponía el balón en juego.
Los principales diarios de todo el mundo, deportivos y generalistas, se hicieron eco del extraño incidente. The Straits times, el periódico de referencia de Singapur, subtituló la noticia con la siguiente predicción:
"España pronto mejorará notablemente sus resultados PISA"